domingo, 17 de agosto de 2014

LA MONA LISA

La Gioconda (La Joconde en francés), también conocida como La Mona Lisa, es una obra pictórica del italiano Leonardo da Vinci. Adquirida por el rey Francisco I de Francia a principios del siglo XVI, desde entonces es propiedad del Estado Francés, y actualmente se exhibe en el Museo del Louvre de París.

Por medio de estudios históricos se ha determinado que la modelo podría ser una vecina de Leonardo, que podrían conocerse sus descendientes y que la modelo podría haber estado embarazada. Pese a todas las suposiciones, las respuestas en firme a los varios interrogantes en torno a la obra de arte resultan francamente insuficientes, lo cual genera más curiosidad entre los admiradores del cuadro.
La fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en su belleza, sino también en los misterios que la rodean. Además, el robo que sufrió en 1911, las reproducciones realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y las parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del mundo, visitado por millones de personas anualmente.
La Gioconda es el retrato más famoso de la historia y quizás el cuadro más famoso de la pintura occidental.Su fama se debe probablemente a las múltiples referencias literarias, a las diversas hipótesis sobre la identidad de la protagonista y al espectacular robo de que fue objeto el 21 de agosto de 1911.
Es además la última gran obra de Leonardo, si se tiene en cuenta que siguió retocándola hasta sus últimos años. Después de terminar el cuadro, Leonardo llevó su obra a Roma y luego a Francia, donde la conservó hasta su fallecimiento. Se sabe que pasó a manos del rey francés Francisco I, quien la habría comprado por un importe de 12.000 francos (4.000 escudos de oro), aunque no está claro si fue en 1517, antes de la muerte del artista, o con posterioridad a su fallecimiento en 1519.
Tras la muerte del rey, la obra pasó a Fontainebleau, luego a París y más tarde al Palacio de Versalles. Con la Revolución francesa llegó al Museo del Louvre. Napoleón Bonaparte la tuvo guardada en el Palacio de las Tullerías tras una temporada en su residencia. Finalmente regresó al museo, donde se alojó hasta 2005 en la Sala Rosa, y fue trasladada en ese año al Salón de los Estados. Es pertinente decir que la mayoría de datos acerca del cuadro se conocen gracias al trabajo biográfico del pintor Giorgio Vasari, contemporáneo de Leonardo

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